Bienvenido, coche de hidrógeno

El coche de hidrógeno comienza a plantearse como una opción real en un panorama en el que la necesidad de reducir las emisiones de dióxido de carbono viene sellada por la legislación internacional. A medida que la revolución eléctrica vuelve a dibujar el mapa automotriz a un ritmo cada vez más rápido. Los vehículos eléctricos de batería y otras formas de combustible alternativo. Como los vehículos eléctricos de celda de combustible de hidrógeno, se afianzan como las dos principales opciones a corto y medio plazo. Vamos a ver aquí las características qué le convierte en una realidad cercana. Próxima a poder hacerse cada vez más común en nuestras carreteras.
 

El coche de hidrógeno ya es una realidad

 
Para buena parte de la industria del automóvil no hay dudas de que los vehículos con celdas de combustible de hidrógeno podrían asegurarse un lugar consolidado en un panorama nuevo y más fragmentado del automóvil. Pero también los biocombustibles sintéticos podrían mantener viva la combustión de gasolina y diésel.
 
Mientras que los híbridos y otros sistemas de propulsión siguen siendo consideraciones importantes. Ya que los ingenieros exploran múltiples tecnologías en la búsqueda de equilibrar la descarbonización con las necesidades del consumidor.
 
Las celdas de combustible de hidrógeno para automóviles han existido durante décadas. Durante mucho tiempo se han visto atrapadas en una situación de huevo y gallina. ¿Pueden lanzarse antes de que esté lista una infraestructura válida? ¿O debería implementarse primero una red de bombas de reabastecimiento de hidrógeno, allanando el camino para una demanda generalizada?
 

¿Cuándo llegará el coche de hidrógeno?

 
Las ventas de coches eléctricos a batería están aumentando en toda Europa, pero la escasez de componentes clave para las baterías, incluidos el litio, el níquel y el cobalto, podría amenazar el suministro. Entonces, ¿es hora de centrarse en la energía basada en hidrógeno?
 
A diferencia de Europa, donde aún hay poca variedad en el mercado y un número limitado de estaciones de servicio, Asia apuesta por el hidrógeno. El gobierno japonés planea tener 800.000 vehículos de hidrógeno en las carreteras para 2030, mientras que China ha establecido un objetivo ambicioso de 1 millón para 2035.
 
Es muy probable que estas acciones respaldadas por instituciones reduzcan los costos, aumenten el volumen y desarrollen la cadena de suministro.
 
Los fabricantes como Toyota y Hyundai, están invirtiendo mucho en este tipo de coche. Recientemente BMW está renovando su interés y ve un papel para los automóviles impulsados ​​​​por hidrógeno junto con los eléctricos de batería. Planean que su modelo BMW iX5 Hydrogen pueda ser el inicio de una serie dedicada a este tipo de automóviles con el hidrógeno como fuente de energía versátil que desempeñe un papel importante en el camino hacia la neutralidad climática.
 
El grupo Stellantis también ha emprendido una producción limitada de furgonetas comerciales de hidrógeno. Poco a poco los fabricantes van haciendo una realidad la presencia del coche de hidrógeno.
 

 

Autonomía del coche de hidrógeno

 
Los automóviles con celdas de combustible pueden transportar suficiente combustible de hidrógeno para una autonomía que se suele cifrar en el entorno de los 600 kilómetros. La ventaja con respecto a las opciones eléctricas es que sus depósitos se pueden recargar tan rápido como los de gasolina de un automóvil estándar.
 
En el surtidor, el precio puede parecer mayor que el de la gasolina, sin embargo, un automóvil de pila viaja aproximadamente el doble que un automóvil convencional con una cantidad equivalente de combustible.
 
Uno de los modelos de hidrógeno más vendidos, el Toyota Mirai (Mirai significa “futuro”, en japonés), utiliza un sistema de pila de combustible rediseñado, más ligero y potente, alcanza con facilidad una autonomía de conducción de unos 650 km.
 
Por otro lado, hay que tener en cuenta que las pilas de celdas de combustible de hidrógeno están diseñadas para durar la vida útil del vehículo cercana a los 350 000 kilómetros. Al final de su vida útil, la celda de combustible se desarmará y los materiales se reciclarán, de manera similar a lo que sucede con los componentes de los otros vehículos.
 

Donde repostar este tipo de coches

 
Este es uno de los puntos más problemáticos en estos momentos con respecto al coche de hidrógeno en España. Aunque el hidrógeno como combustible para los automóviles figura como prioritario en los planes de desarrollo sostenible y sus infraestructuras necesarias, la realidad es que sigue siendo complicado encontrar estaciones de repostaje para estos tipos de coches en nuestro país.
 
A pesar de que se considera que el hidrógeno podría ser una alternativa de interés a desarrollar en cualquier país que apueste por las energías renovables, España se sitúa a la cola de la lista de la Unión Europea de estaciones de repostaje de hidrógeno. En la actualidad sólo se cuenta con seis de estas estaciones; siendo tres de ellas de propiedad pública. Los lugares de este repostaje en España están situados en Albacete, Huesca, Madrid, Puertollano, Sevilla y Zaragoza.
 
Esto contrasta con las 101 estaciones que pueden encontrarse en Alemania o las 41 de Francia. El objetivo marcado por el gobierno es construir una red con más de 100 estaciones de repostaje de hidrógeno en España para 2030.
 

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Si tienes dudas sobre el coche de hidrógeno no dudes en contactarnos, estaremos encantados de asesorarte.